Una experiencia colectiva que vino para quedarse
Hoy 17 de enero se cumple 3 meses del inicio de la lucha de los choferes de la Línea Este, de los "4 gatos locos". Una experiencia de organización colectiva que comenzó cuando intentaron elegir de forma democrática a sus compañeros de trabajo, a través de un grupo de 5 que se postulaban como delegados. Como saludo a los compañeros comparto las siguientes reflexiones de esta nueva experiencia.
Hoy 17 de enero se cumple 3 meses del inicio de la lucha de los choferes de la Línea Este, de los "4 gatos locos". Una experiencia de organización colectiva que comenzó cuando intentaron elegir de forma democrática a sus compañeros de trabajo, a través de un grupo de 5 que se postulaban como delegados. Como saludo a los compañeros comparto las siguientes reflexiones de esta nueva experiencia.
En primer lugar es importante
destacar que se trata de un proceso que ya tiene su lugar en la historia del
movimiento obrero platense. El hecho mismo que un grupo de trabajadores de uno
de los ramales de colectivos de la región más grandes se haya plantado contra
la burocracia de la UTA, la patronal de Corvelli y el gobierno, y lo halla
derrotado, lo inscribe en la historia de las experiencias clasistas de los
trabajadores. Haciendo un recorte histórico reciente, desde el Argentinazo del
2001-2002, en la región se vivieron varias luchas de trabajadores. Pero pocas
en lo que hace al mundo obrero de las empresas privadas de esta magnitud y
tenacidad. La más importante fue la de Mafissa entre 2006 y 2008, que terminó
en una dura derrota sin vestigios de organización antiburocrática en la
fábrica. En el medio se dieron conflictos pequeños como el de Sniafa, Royal o
TEC-Plata. Pero la novedad que trae la lucha del Este es que masivamente los
trabajadores participaron de la lucha y obtuvieron un triunfo parcial que
fortaleció su organización. Continuar por este camino será vital para su
permanencia como proceso antiburocrático y su profundización como experiencia
clasista.
En segundo lugar señalemos que
esta experiencia de organización es parte de algo más general que vive el país.
Nos referimos a esta nueva generación de trabajadores jóvenes que están
despertando a la vida sindical y política, que protagonizan procesos lucha
desde abajo, que se animan a meterse en la “vida del sindicato”, que buscan
defender sus derechos y mejorar sus condiciones de trabajo. Esta nueva
generación es “hija” del Argentinazo porque es parte de una nueva clase obrera
que aprendió que no tiene que dejar avasallar sus derechos y se tiene que
plantar ante las injusticias. Los choferes de la Este representan esta nueva
realidad que se vive en la clase y que a cada rato ve brotar nuevas procesos de
organización en todo el país.
La tercera cuestión a destacar es
que la lucha de la Este se transformó en ejemplo para todos los trabajadores de
la región. En primer lugar para los choferes de la otras líneas de colectivos
que siguen sin contar con una organización independiente. Durante el conflicto
hubo muchísimas muestras de solidaridad de las otras líneas. Inclusive llego a
haber paros aislados de varios grupos de choferes en apoyo a la Línea Este.
Pero este apoyo inicial no llegó a generalizarse por las acciones de la UTA que
lo frenaron todo el tiempo. Por eso una de las tareas por delante es impulsar
la organización por debajo de todas las Líneas de la región, en el camino de
expulsar del sindicato a la podrida y traidora burocracia de la UTA. Conquistar
la dirección de la UTA es vital para hacer solida esta nueva organización que
empezó a gestarse.
Por último queremos volver sobre
el estado actual de la pelea. El conflicto de octubre-noviembre tuvo un salto
positivo. Porque se logró que casi todos los compañeros vuelvan a trabajar y se
consiguió una “promesa” de que se harían las elecciones a delegados. Pero como todavía
3 de los 5 delegados no están cumpliendo funciones y las elecciones no han sido
hechas, se trató de un triunfo parcial. Una suerte de empate entre los
trabajadores de un lado y la burocracia y la patronal por el otro. Por eso días
atrás la patronal les descontó los días de carpeta médica a un grupo de
compañeros buscando golpearlos e intimidar para que no sigan sus reclamos. Pero
la tenacidad de los choferes logró doblegar este ataque.
La tarea que se viene es dura pero fundamental: ir preparando la
condiciones para lograr que se realicen las elecciones, de la mano de
garantizar que vuelvan los compañeros postulados para delegados. Pelea que no
será fácil pero que cuanta con una organización fuerte por parte de los
compañeros y que además se han ganado aliados en la región (y más allá como los
de la 60) que son de vital ayuda para rodear de solidaridad el reclamo.
A tres mes del inicio de esta experiencia, desde el Nuevo MAS enviamos
un saludo fraterno a todos los compañeros y seguiremos estando al pie del cañón
cada vez que nos necesiten.
Viva la lucha de los choferes del Este!!!
Eric “Tano”
Simonetti, 17 de enero de 2017
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