En las últimas
semanas desde el macrismo, y también desde el peronismo, instalaron la idea de
que “los jóvenes pobres roban y matan”. Una idea completamente reaccionaria,
conservadora y fascista que busca endurecer las penas a los más pibes y
construir un “chivo expiatorio” para dirigir la bronca social que genera el
capitalismo y el ajuste hacia los más débiles de la sociedad. Para evitar que
el malestar social sea orientado hacia los verdaderos responsables de la
miseria y pobreza crecientes: los empresarios. Los dueños de todo. Los
capitalistas, los burgueses, los que se adjudican la propiedad de las empresas,
de la tierra, de los medios de comunicación, de la comida que se vende, de las
cosas que se exportan, el agua que tomamos, del gas y la electricidad que
usamos en casa. Esos: los que dominan en esta sociedad. Son esos lo que generan
todo lo malo que hay en el mundo. Son ellos de quienes los trabajadores
deberíamos hablar y conspirar todos los días. La clase dominante, explotadora,
opresora.
Ese esa clase
social de la que deberíamos estar hablando en todos los lugares de trabajo, de
estudio, en la esquina del barrio, en el almacén, en la cola del súper, en la
tele. Y en lugar de que se reúnen los macristas y los peronistas para diseñar
un “Régimen Penal Juvenil”, deberíamos juntarnos los trabajadores para diseñar
un “Régimen Penal Empresario”. Un Régimen que deje bien claro qué debe hacer un
empresario si no quiere ir preso. Claro: sólo podremos imponerlo por medio de
la luchas en las calles, y en la medida que se vean “ofendidos”, habrá que quitarles
todo lo que tienen. Ahí van algunas propuestas para este nuevo Régimen Penal
Empresario.
1.
Todo empresario debe pagar a sus trabajadores un
salario en blanco acorde a la canasta familiar. Francos todas las semanas,
vacaciones pagas, domingo sin trabajar, no más horas extras “obligadas”. No
puede ser que se la lleven en pala y nosotros ganemos dos mangos por estar todo
el día laburando.
2.
Todo empresario debe garantizar las mejores
condiciones de trabajo posible. Los trabajadores somos seres humanos, no ratas
para estar encerradas en una jaula. Mientras ellos viven en mansiones y viajan
por el mundo nosotros alquilamos o en el mejor de los casos conseguimos un “Procrear”.
3.
En cada lugar de trabajo el empresario debe
permitir la más completa libertad para el ejercicio de la actividad sindical y
también de la política. Los trabajadores necesitamos que esto se cumpla para un
día dejar ser esclavos y ser los que mandemos en esta sociedad. Cuando ellos ya
no existan porque ya no los necesitaremos.
4.
Cualquiera de las violaciones de estas
cláusulas, a cualquier empresario mayor de 14 años, será penada con la prisión.
No se permitirá la excarcelación con multas. Y se le confiscará sus bienes “mal
ganados” a fin de retribuir el mal causado a los trabajadores.
Sobre esta base, creemos que
puede establecerse un verdadero régimen para todos los delincuentes que todos
los días le quitan la vida a los trabajadores. Que los asaltan, sin armas en
las manos, cuando entran al trabajo. Un régimen penal duro, acorde con la
maldad que esta clase social ejerce sobre el resto de la población. Abrimos el
debate nada más. Manos a la obra!!!
Eric “Tano” Simonetti, 13 de
enero de 2017
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